Isaías 60:1.....Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento
Levántate es una orden que requiere acción, que requiere movimiento. Dios ha dicho que él ha depositado dentro de ti su Espíritu. Somos como una lámpara encendida; el aceite de esta lámpara es el Espíritu de Dios.
Es necesario que tú te muestres como lo que eres. Tú eres el medio por el cual las personas se salvarán del infierno. Cada vez que predicas y alguien sale del pecado, es uno menos que se pierde.
Cada vez que oras por un enfermo terminal y este se sana, es uno menos que morirá de esa enfermedad y será la oportunidad para que esta persona se vuelva a Dios, su creador.
Cada vez que aconsejas a una pareja y previenes un divorcio, es un hogar que se restaura y la garantía de unos niños felices, y sanos emocionalmente.
No en todo momento Dios dice “levántate.” En las escrituras hay un tiempo donde Dios dice quédate quieto, como lo expresa el salmo 46:10 "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra."
Esos son momentos para dejar que Él actúe en las circunstancias alrededor nuestro, tiempo en que Él nos prepara, y nos fortalece, como en el relato bíblico del desierto en el cual Dios le dijo a Israel que acamparan al pie del Monte Sinaí.
En ese lugar y en ese tiempo El Señor les enseñó sus mandamientos, sus estatutos, les enseñó agricultura, medicina, cómo gobernar y cómo conquistar la tierra. Luego, al toque de una trompeta levantaron el campamento y salieron a poseer la tierra que él les entregó.
La orden que el Señor nos entregó este año fue ¡levántate y resplandece! Ha llegado la hora y este es el día en que la iglesia se muestre al mundo con señales, milagros y prodigios. Este es el tiempo anunciado por los profetas.
Cuando la Biblia habla de que ha nacido tu luz se refiere al conocimiento del sacrificio de Jesús y su beneficio. Cuando tal conocimiento está en un ser humano, se termina el pecado.
Oración
¡Heme aquí Señor! Yo me levantaré y resplandeceré. Yo iré, mostraré tu gloria a las naciones. Seré luz en medio de la oscuridad; sabrán que hay un Dios justo y misericordioso dispuesto a perdonar, sanar, reconciliar y restaurar, por medio de Jesucristo, su hijo amado.
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