Lucas 22:1-6.....Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; y éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.
Satanás ignoraba qué hombre inocente sería el que le arrebataría el derecho que él tenía sobre la humanidad; derecho que adquirió al pecar Adán y Eva.
En tiempos de Moisés, satanás sospechó que se levantaría un redentor y ordenó matar a todos los niños que nacieran. Igual hizo en tiempos de Jesús. Usó al rey Herodes para matar a todos los niños menores de 2 años.
Luego que Jesús llegara triunfante a Jerusalén, montado en un pollino y que todo el pueblo le aclamara, el diablo "entró" en Judas, el cual le entregó en manos de los malvados sacerdotes y de los guardias
Dice Lucas 22: 63-65......Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó? Y decían otras muchas cosas injuriándole.
Dice Mateo 26: 67.... Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban.
Mateo 27: 28 menciona: y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: !!Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.
Isaías 50: 5. Menciona que su barba le fue arrancada a tirones: “Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.”
Isaías 53:3 también menciona que fue “Despreciado y desechado entre los hombres, que llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; que fue herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Al saber todas estas cosas, deberíamos cambiar de actitud hacia Cristo, que padeció para que nosotros gozáramos del perdón del Padre hoy. Debemos ser agradecidos.
Declaración
Padre, ruego, en el nombre de tu hijo Jesús, que padeció al ser golpeado, desnudado, despreciado y crucificado, tomando nuestro lugar, que esta revelación traiga un cambio en aquel que ha sido indiferente al sacrificio, tal vez, por desconocimiento de las escrituras, pero que hoy ha conocido la verdad
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