Lucas 19: 41-44........Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: !!Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación
Esta es la escena que sigue después de la entrada de Jesús en Jerusalén, el día que cortaron ramas y las tendían en el suelo. Durante su vida en la tierra, Jesús realizó distintas profecías sobre la suerte de Jerusalén, la ciudad santa, y su Templo.
"Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles." (Lucas 21:20- 24)
Después que Jesús salió del Templo, mientras se alejaba, se acercaron sus discípulos para llamar su atención sobre las construcciones del Templo. Pero él les dijo: ¿Veis todo esto? En verdad os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada. (Mateo 24, 1-2)
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y lapidas a los que te son enviados; cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina a sus polluelos bajo las alas, y no quisiste! He aquí que vuestra casa se os va a quedar desierta. Os aseguro que no me veréis hasta que llegue el día en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor. (Lucas 13, 34-35)
Efectivamente, estas profecías se cumplieron, aproximadamente, cuarenta años después que Jesús ascendió a los cielos. En el año 70, las tropas romanas que invadieron Jerusalén destruyeron el templo. Este hecho tiene una gran importancia. Jesús había hablado de la destrucción de la ciudad y de su templo.
Para Israel, la ciudad de Jerusalén y el Templo lo eran todo, y no sólo en el aspecto religioso sino también en lo social y lo económico. Su destrucción significó la destrucción de toda la nación.
Mis hermanos, hay un tiempo de visitación de parte de Dios para cada ser humano, y para cada región del mundo, Jerusalén tuvo su oportunidad y no la aprovechó. Este es el tiempo de Dios para tu vida; este es el tiempo en que debes invitar a Jesús a hacer parte de tu familia; no lo rechaces; mañana podría ser tarde.
La Biblia dice que el diablo anda como León rugiente buscando a quien devorar, pero también dice que Jesús vino a deshacer las obras del diablo. El Señor no le hace daño a nadie. Es un error creer que Él nos envía males. Él es nuestro Padre y un padre no desea el mal de un hijo. Jesús lloró por que sabía el resultado de rechazarle a Él. Por favor, nunca le rechaces. Invítalo hoy mismo a tu corazón y a tu hogar.
Declaración
Señor Jesús, hoy me arrepiento de haberte rechazado en más de una ocasión. Quiero que me perdones. Te acepto como mi único y suficiente Salvador. Ven y reina en mi hogar.
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