martes, 27 de diciembre de 2016

Día 362 No callare


Isaías 50:4-5.....Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.

Una palabra RHEMA, es una palabra dicha por Dios  que si tú la crees, se hace realidad en tu vida, por ejemplo en Isaias 61:1 dice  "El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.”

Para cumplir esto se necesita:

Tener lengua de sabios, para saber hablar al cansado, al derrotado al afligido, para poder predicarle a los abatidos por el pecado, para traer liberación a los cautivos.

Que nuestro oído sea abierto cada mañana para entender su palabra, para recibir sabiduría, con la cual guiar a otros, aconsejar, edificar, restaurar, para lo cual debemos disponernos

No ser rebelde a su petición. Él nos está entregando lo más grande y hermoso que cualquier ser humano pueda tener, "Su Santo Espíritu" y esto lo hace por amor al pecador, el cual se encuentra "abatido,  "quebrantado, cautivo.”

Cuando tu lees la Biblia y reflexionas en ella adquieres sabiduría y sensatez. Dice proverbios 1:  para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura. Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo.

Cuando, temprano en las mañanas, te levantes y leas la Biblia y medites en ella se producirán en ti varios milagros como La Paz que tanto necesitamos, la sanidad de tu cuerpo, y la sabiduría. El Espíritu del Señor vendrá sobre ti y profetizarás sobre tu familia, sobre tus hijos sobre tus amigos y conocidos.  ¿Y qué es eso de profetizar? Es declarar lo que ya Dios te ha dicho.

Podrás decir como el profeta: Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré.

Espada aguda es la palabra que saldrá de tu boca para sanidad, liberación, para decretar sobre otros paz. Tú serás la voz de Dios en este mundo en conflicto. Saeta es una flecha que Él tenía guarda para este tiempo. Esa o ese eres tú!

Declaración

Por amor a mi pueblo, a mi ciudad, no callaré; hablaré lo que Jehová mi Dios ponga; hablaré palabras de bien y no de mal. Cada día bendeciré, en el nombre de Cristo, a mis hijos a mis familiares a mis amigos y conocidos.


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