domingo, 25 de diciembre de 2016

Día 360 Señor ¿Qué quieres que yo haga?

Hechos 8: 6........ El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

 

Luego del arrepentimiento, luego de salir del pecado, luego de conocer del perdón de Dios, y del Padre que nos redimió mediante el sacrificio de Jesús, al derramar su sangre por nosotros, llega el agradecimiento y la pregunta nuestra debe ser ¿qué quiere usted, mi Dios, que yo haga?

 

El Señor nos respondería:

1- No peques más. Jesús le dijo a la mujer sorprendida en adulterio: "Ni yo te condeno; vete, y no peques más." (Juan 8:11)

 

2- Muéstrate. Jesús,  al sanar a un enfermo, lo tocó, diciendo: "Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. Entonces  Jesús le dijo: Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio a ellos.” (Mateo 8:4)

 

3- Predica. Jesús le dijo a un hombre que libertó de los demonios: "Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y ese hombre  se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.” (Marcos 5:19)

 

Jesús dijo a los doce apóstoles y a todos los que le seguían: "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra." (Hechos 1:8)

 

Hechos 5: 42 dice: "Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo....Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres.”

 

4- Congrégate. Hechos 11:26 dice: "Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.”

 

5- Establece obras. Hechos 13:4  dice: "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”

 

Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos.

 

Declaración 

Declaro que no pecaré más, que seré de buen testimonio. Mostraré tu gracia y tu poder. Seré un obrero  estableciendo tu reino, abriendo células, y predicando en las calles y casa por casa.

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