lunes, 19 de diciembre de 2016

Día 354 El vencedor



Apocalipsis 1:16-18.....Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
 
Los soldados romanos, los sacerdotes y los demonios se burlaban de Jesús clavado en la cruz y en el momento en que Jesús entrega su espíritu, para los seres humanos que presenciaron la escena, Jesús había sido derrotado; sólo el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.
 
Pero en el mundo espiritual ocurrió algo distinto. Tan pronto murió Jesus, el Espíritu se desprendió de su cuerpo y se convirtió en un vencedor; los demonios cayeron postrados, clamando perdón y no lo hallaron y Jesús  arrebató al diablo dos cosas.
 
La primera: El acta de los decretos que había en nuestra contra, la cual fue anulada.Colosenses 2:14 dice: "anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz."
 
Cristo cargó con nuestros pecados para librarnos del pecado, se hizo maldición para darnos bendición, porque la Biblia dice maldito todo aquel que es colgado en un madero (Gal. 3:13). El Padre le dio la victoria a Jesús y, por medio de esta victoria, se anuló el acta que había contra nosotros.
 
La segunda: arrebató al diablo las llaves de la muerte y del lugar de los muertos.Apocalipsis 1: 18 .......Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
 
Por lo cual, no debemos sentir temor alguno. Si hemos creído en Jesús, él tendrá el control de nuestra vida; ésta sólo dependerá de Él.
 
En el cielo los redimidos cantan ante la victoria de Jesús.
Apocalipsis 5: 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación.
 
Declaración
 
Gracias, Señor, por la seguridad que me das en tu resurrección. Creo en ti, Señor. Ahora sé que mi vida no depende de circunstancias y que el diablo no tiene poder alguno sobre mí mientras yo no siga pecando. Tú sangre me cubre, tu Espíritu me rodea.
 
 
 
Día

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