Lucas 14: 25....... Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Uno de los significados de la palabra griega de donde se traduce “aborrecer” es “amar menos.” Esto es muy importante porque nos clarifica lo que el Señor pide de nosotros. Él no nos pide que odiemos a nuestra familia, sino que los amemos, pero que nuestro amor hacia Él sea mayor. En otras palabras, por encima de padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y hasta nuestra propia vida, debemos amar al Señor, de lo contrario no se puede ser su discípulo.
Dice el verso 27: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.”
“¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.”
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”
El Padre, por servirnos, por ayudarnos, pagó un gran precio: entregó a su único hijo.
Jesús, el hijo, por servirnos, por ayudarnos, entregó su propia vida, pagó con su carne, con su sangre; él no cobró; él se dio. ¿Qué estás dispuesto a pagar tú por servir a otros?
¿Parte de tu tiempo? ¿Tu comodidad? ¿Tu tiempo de descanso, tal vez? Ten en cuenta que siempre que le sirvas a alguien, es como si le sirvieras al Señor.
En Mateo 25: 39 dice "¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis."
Tenemos que seguir el ejemplo de Jesús.
Juan 13:14-17 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis
Declaración
Padre, te amo más que a mi propia vida. Tú estás por encima de cualquier otra persona, negocio, empleo, actividad secular que yo pueda realizar. Estoy dispuesto en el nombre de Jesucristo en pagar un precio por servirte...