viernes, 23 de junio de 2017

El evangelista de Gadara.

                                                                                                                                                                                                                                                                                        
Marcos 5: 1.......Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.  Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.  Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 

 
Las escrituras relatan que, cierto día, Jesús visitó con sus discípulos a un pueblo llamado Gadara y que de los sepulcros salió un hombre poseído por muchos demonios, el cual era el terror del pueblo.

Dios hizo al hombre de tal forma que no fuera poseído por ningún espíritu, a no ser por la autorización de la misma persona  o por la entrega que hicieron sus padres sobre  él, cuando fue consagrado a una deidad o llevado donde al brujo, o donde un médium o por invocación de espíritus sobre él.

La desnudez del hombre nos habla de la dignidad, de la honra perdida. El vivir fuera de casa, vagando, significa estar lejos de Dios; y el vivir en un sepulcro es estar muerto espiritualmente.

 
Hagamos varias consideraciones. La primera: Jesús siempre está buscando al hombre “caído”, al que está  en problemas, en necesidad, en cautividad, porque le ama. Nos dicen los evangelios que Jesús recorría ciudades y aldeas, y pueblos por todos lados, iba buscando a la gente en su amor.

La segunda. No hay condición humana, por terrible que parezca, imposible de restaurar, de la cual Jesús no pueda librar. El cambio de vida, la sanidad, la paz, es posible.

La tercera consideración. Cuando se vive sin Dios, el hombre se hace daño así mismo.

Si usted tiene una adición al cigarrillo, al alcohol o a las drogas; si usted ha visitado al brujo, ha practicado brujería, ha leído la tabla ouija, o ha practicado el cuerpo astral, usted, si quiere, hoy puede ser libre de esos espíritus.

La cuarta consideración. La necesidad de un encuentro con Dios. Este hombre cuando se enteró que Jesús estaba en la región, corrió a tener un verdadero encuentro con Él.

Quinta consideración. Cuando el gadareno es libre, lo primero que desea es estar con Jesús y sus discípulos y servirle. (Verso 18-19)  Jesús le dijo: “ve a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.” “Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban, convirtiéndose en el primer evangelista.”

Declaración

Hoy corro hacia Jesús, considerando mi condición (menciónala). Pido perdón por mis pecados. No me conformo con mi situación actual. Sé que Dios puede transformar mi vida. Padre, quiero servirte en el área que tú me coloques. Hoy te consagro  mi vida

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