domingo, 11 de junio de 2017

Cuando el sol no alumbra


Hechos. 27:20.......Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.    
 
La historia es la siguiente: El Apóstol Pablo había sido apresado y era enviado  en una embarcación a Italia, y cerca de la Isla de Creta les azotó una gran tempestad, un ciclón les hizo navegar a la deriva, sin ninguna esperanza de salvación, sin alimentos y por varios días no veían el cielo ni de día ni de noche. A Pablo y a los demás presos les amenazaba un destino más terrible que el naufragio; los iban a matar antes de ser arrojados al agua.
 
Dice el verso 21 "Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave."
 
Es posible que usted se encuentre en una situación semejante; es como si para usted el sol no brillara y se encuentra en medio de una tormenta o tormento que no sabe cuándo terminará y que usted haya perdido toda esperanza.
 
Es posible que, al igual que a esos marineros y soldados que custodiaban a los presos, alguien le haya hablado a usted antes de que se embarcara en una mala relación o un mal negocio y sin embargo, usted continuó hacia delante.
                                                                                                                                   
A pesar de la situación, Pablo les exhortó, les animó, diciéndoles que la vida de ellos, sus carceleros, les había sido concedida.
 
Igual hoy, el Señor te exhorta diciéndote: “ten ánimo.” Por salvar la vida de los impíos, Dios entregó la de su hijo Jesús. No morirás; vivirás, confía en Él.
 
Es posible restaurar tu Hogar. Es posible salir de las deudas, de los vicios. Es posible recibir sanidad. Sólo cree que a pesar de la tormenta, Él te sacará adelante.
 
Declaración
 
Padre, te pido perdón por iniciar una relación (o un negocio) sobre el cual alguien me advirtió, de parte tuya, que no lo hiciera y hoy no veo brillar el Sol. Comprendo que entregaste a Jesús por mi salvación y mi paz y que me brindas hoy una nueva oportunidad de vida al aceptar a Jesús. Creo que saldré adelante, agarrado de tu mano

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