viernes, 9 de junio de 2017

Pureza en nuestro espíritu


2 Corintios 7........ Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
 
Nuestro espíritu se contamina por lo que escuchamos, vemos, olfateamos, degustamos, o tocamos, es decir, por nuestros sentidos físicos.
 
También por los sentidos espirituales cuando escuchamos a los "espíritus engañadores" de los cuales habla 1 de Timoteo 4:1
 
1 Corintios 6: 20 dice: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
 
En el texto leído anteriormente el apóstol Pablo nos desafía a glorificar a Dios, no sólo con el cuerpo, sino también con nuestro espíritu.
 
El Espíritu es la parte más íntima de nuestro ser, y es en ese lugar donde recibimos la salvación. Job 32:8; Juan 3. 5
 
El trabajo del enemigo (satanás) es el de mantenernos en suciedad mediante el pecado y la desobediencia en nuestro espíritu, alma y cuerpo, para evitar nuestra relación con Dios nuestro Padre y lograr que al morir tengamos la condenación eterna, junto con él.
 
Debemos también cuidar que, en medio de las aflicciones propias de la vida, nuestro espíritu no se vuelva en contra de Dios, nuestro, Padre culpándole de lo que nos pasa.
 
Para cuidar de mantenernos sin engaño en nuestro espíritu, la mejor manera de lograrlo es pedir continuamente que nuestro espíritu sea renovado. Salmos 51:10. Y dentro de esa renovación tener la capacidad de mantener fidelidad a las personas, aun conociendo aspectos negativos de ellas.
 
Otra manera de mantener la limpieza de nuestro espíritu es ser precisamente de espíritu humilde y desechar la altivez de nuestra vida. Proverbios 16:18 – 19; Eclesiastés 7:8.
 
La paciencia es otra forma de limpieza en el espíritu que se manifiesta en la expresión cotidiana de nuestro carácter. Proverbios 14:29.
 
La limpieza de nuestro espíritu se manifiesta en el control de nuestra persona integral. A tal grado Dios valora esta limpieza que hace comparaciones importantes:
 
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32.
 
“Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.” Proverbios 25:28.
 
Declaración
Guardaré mi espíritu de toda contaminación, llenaré mi espíritu de la presencia del Espíritu Santo, al cual  buscaré, día y noche en oración y en lectura de la palabra de Dios

No hay comentarios:

Publicar un comentario