domingo, 10 de septiembre de 2017

Los ricos



1 Timoteo 6:17.....A los ricos de este siglo manda que no sean altivos,  ni pongan la esperanza en las riquezas,  las cuales son inciertas,  sino en el Dios vivo,  que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

Ser rico no es ser pecador, por el contrario, es una bendición. Sin embargo, ser altivo, despreciar al pobre,  el pensar que todo lo que tenemos es sólo producto de  nuestro esfuerzo y poner nuestra esperanza en las riquezas sí es considerado pecado.

 El tener nuestra esperanza en las riquezas, y no en las promesas de Dios, hará que tarde o temprano todo se desvanezca.

El Señor dice en su palabra:  "Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;  porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.(  1 Timoteo 6:8-10)

Además del mandamiento dado de que no sean altivos, también ordena la palabra "Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. (1 Timoteo 6:18)

El otro extremo de la riqueza es la pobreza; ésta tampoco significa que es pecador quien es pobre, pero su corazón debe guardarlo, no codiciando ni envidiando ni odiando al rico ni a Dios; no considerando injusto al Señor por su condición. 

Aquí es donde aplica "Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto".

Jesus dijo: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; si no haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6: 19-21)

El Señor enseñó diciendo que nuestro corazón quedará atrapado en las riquezas, y que, de una manera u otra, la evidencia se hará manifiesta.

¿Dónde está tu tesoro?

Oración

Señor, un día Agur, te pidió que no le dieras ni riqueza ni pobreza pues temía apartarse de ti. Yo te ruego me des la llenura de tu Santo Espíritu; Él me enseñará, me redargüirá, me convencerá, me santificará, y me guiará todos los días de mi vida.

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