Filipenses 2:12......Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
¿Por qué tanto interés en algunos sectores religiosos en defender que la salvación no se pierde? ¿Por qué no más bien, en forma individual, no nos examinamos a nosotros mismos para ver si clasificamos y somos salvos?
Ningún ser humano antes de Jesús pudo ser salvo. Fue necesario que Jesús tomara el lugar del hombre pecador y poder redimirlo. Lo que Él hizo, no lo hará dos veces.
Hebreos 10:26 dice: "Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecado sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
El mayor engaño que nosotros podemos hacernos es el engañarnos a nosotros mismos. Tenga en cuenta que para tomar medidas lineales tenemos una herramienta, "el metro"; para medir presión, tenemos los "manómetros"; para medir nuestro estado real en cuanto a la Salvación, tenemos la palabra escrita de Dios, la cual fue enviada a los santos, a los llamados escogidos, a creyentes.
Por ejemplo, ¿usted quiere saber en este momento si usted heredará el Reino de los cielos? Lea Gálatas 5:19
"Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
En lugar de usar la teología y versos que, mal interpretados nos puedan conducir a un error tan grande que al despertar un día nos haga estar en el infierno, ¿por qué mejor no nos analizamos a nosotros mismos a la luz de la palabra y, si encontramos un pecado, renunciamos a él nos arrepentimos y nos preparamos para un verdadero encuentro con nuestro salvador?
El Señor nos exhorta: "Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados" 1 de Corintios 11:29.
Oración
Padre, ruego, en el nombre de Jesús, que me ayudes. Reconozco mis debilidades. Necesito que tu Santo Espíritu me redarguya de pecado. Estaré atento a su voz, para no desviarme. Ruego me des sabiduría para interpretar sanamente tu palabra
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