miércoles, 27 de septiembre de 2017

Renueva tu mente


Romanos 12:2.... No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.


De  forma parecida a lo que usted hace cuando saca de su armario ropa vieja y coloca la nueva, o cambia de computador por uno más avanzado así, hay que renovar los pensamientos, si son  malos y  los conceptos, si son erróneos, "para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".

Para poder "llenar"  su mente de lo bueno y nuevo, usted necesita, primero, "desocupar" lo malo y lo "viejo".

Usted, para poder votar unos zapatos viejos o una prenda vieja, deberá renunciar al amor que le tiene. De la misma forma,  en el nombre de Jesús, renuncie a todo pensamiento o creencia incorrecta. Surge la pregunta ¿cómo sé qué es bueno y qué es malo? La respuesta nos la da "la Biblia'. La palabra de Dios me dice qué es bueno y qué es malo.

No conformarse con este siglo significa que no debemos quedarnos con los pensamientos pecaminosos e imitar lo malo. El deleitarse  en un pensamiento pecaminoso es como ejecutarlo. ¿Recuerdas "no desear la mujer de tu prójimo, no desear los bienes ajenos, no admitir falsos testimonios....”?

Deléitate, más bien, en la alabanza y en la Palabra, pero, especialmente, ponla en práctica desde tus pensamientos. El salmo 37:4  dice: Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.

Tu mentalidad será renovada y tu vida transformada a través de la lectura y meditación de la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura. La cultura mundana llena tu mente con todo tipo de basura que va en contra de la verdad de la Palabra de Dios.

Usted sabrá cuál es la naturaleza  de sus pensamientos por lo que dice Romanos 8:5 ....Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 

Debemos caminar hacia a Dios, agradándole con cada paso que damos.  Si anhelamos  felicidad gozo y paz, para alcanzarlas, debemos renovar nuestros pensamientos y tener la mente de Cristo. Busca pensar como Él, ejercitar su palabra, ponerla  por obra. 

Piensa las cosas correctas y buenas que agradan al Señor, llénate de pensamientos de fe y bendición.   Declara que tu mente será libre y te renovarás a través de un proceso que te llevará de la vida natural, en el pecado, a la vida sobrenatural de la santidad.  Todo lo que estorbe será quitado y en tu mente quedarán sólo pensamientos  que edifiquen tu vida. Piensa y actúa como Cristo.

Hay toda una serie de fortalezas, argumentos y altivez que se levantan contra Dios. Esos pensamientos deben ser llevados cautivos a la obediencia a Cristo. Es decir, sino someto mis pensamientos y hago los pensamientos de Cristo, entonces mis pensamientos serán mis argumentos, y mis fortalezas en contra de Dios.

Declaración 

En el nombre de Jesús, renuncio a todo pensamiento pecaminoso, llevo cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo mi Señor. Declaro que actuaré conforme a la palabra de Dios. Hoy decido renovar todos mis pensamientos

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