lunes, 18 de septiembre de 2017

Piedras vivas.


Mateo 16:15-17......Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?  Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Después del encuentro de Simón con el Hijo de Dios, comenzaron una serie de experiencias sobrenaturales, por medio del Espíritu Santo tratando con la vida de este hombre común, como cualquiera de nosotros. Estas mismas experiencias son para ti que meditas en este versículo bíblico y si aceptas tener un verdadero encuentro con Jesús.

La primera experiencia sobrenatural es entender quién es Jesús, El Cristo y Salvador del Mundo, y esto sólo será por una revelación de Dios el Padre. Jesús le dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”. Sin esta revelación, es imposible mantenerse el hombre en los caminos de Dios. Por eso, algunos "se apartan"  y continúan en una vida de pecado, pues no les ha resplandecido Jesucristo.

2 corintios 4:6:.."Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo".

La segunda experiencia sobrenatural es tener poder y autoridad sobre el mundo natural y el espiritual. Cuando Jesús le dice a Pedro... "te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos", se refiere a poder delegado por Dios.

Es lo mismo que Jesús  dijo en Marcos 16:17 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Todo creyente es un Pedro (es una piedra de edificación, de establecimiento), es una parte del cuerpo de Jesús. Somos piedras vivas, como lo dice 1 de Pedro 2:5 "vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo".

El poder que Dios otorgó a Pedro es el mismo que otorga a cada creyente para establecer su Reino.

La tercera experiencia sobrenatural es "Caminar sobre las aguas del mar, por medio del poder de Dios, (Mateo 14:28 al 32). Esto solo se logra por creer la palabra dada por Jesús y mantener la mirada en el que es Dios y no en el hombre.

Pedro, igual que Jesús, caminó literalmente sobre las aguas, pero más importante es caminar sobre la tierra acompañado de Jesús, agradando al Padre en todo. Cuando esto es así, se desata el poder sobrenatural de Dios.

El mar representa el mundo de pecado, lo que aparta al hombre de Dios, lo que le impide seguir, lo que distrae. Recuerde que Pedro dudó, quitó por un instante sus ojos de Jesús y se hundió en el mar.

Declaración 

Estoy seguro que Jesús murió por mí. Estoy seguro que Jesús  resucitó de los muertos. Estoy seguro que es el Hijo del Dios Vivo, como también es Dios mismo. Vivo a diario su poder maravilloso y caminaré todos los días de mi vida agarrado de su mano

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