Deuteronomio 30:11-14......“Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.”
¿Qué tan lejos está el cielo de la tierra? ¿Qué tan lejos está Dios de de mí? El Espíritu Santo de Dios inquietó a Moisés y, más de mil años después, inquietó al apóstol Pablo, el cual escribió:
“Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.
Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:6-10)
El Señor en Deuteronomio, hablando sobre su palabra, dijo que no está lejos ni es un misterio, que no es algo difícil de entender ni que es algo lo cual nadie pueda alcanzar. Su Palabra es su Espíritu. Si tú tienes su palabra y la cumples tienes al Espíritu Santo, tienes cerca de ti el cielo, con todos sus ángeles a tu disposición.
Los israelitas no tuvieron que subir al cielo, ni cruzar el mar para encontrarlo. No tuvieron que volverse gente importante, ni profesores de teología para entenderlo. Estaba muy cerca, en su boca y en su corazón; y éstas son las palabras que el Espíritu de Dios utiliza hoy para hablar de fe en la Palabra de Dios encarnada, el Señor Jesucristo.
No necesitas voltear el cielo y la tierra de cabeza. para encontrar la salvación, no tienes que cruzar el mar. No tienes que volverte un experto en la materia para poder entender lo que tienes que hacer. La Palabra de Dios está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.
¡Cuánto dolor! ¡Cuánta ansiedad! ¡Cuánto desespero se nota en muchas persona!, Algunas expresan que "Dios no me quiere a mí". Otros dicen “Dios tiene hijos privilegiados, a alguno los ayuda y a otros no. Dios no me escucha”. Todo esto es un error, es una mentira del diablo.
Si tan solo te atrevieras a leer la Biblia con atención y cumplir lo que está escrito en ella, tendrías cerca de ti a Dios. Pon atención a esto: " es imposible que alguien tenga a Dios a su lado y esté en angustia".
Jehová, el creador de los cielos y la tierra, es Dios bueno y es justo. Él no hace acepción de personas; lo que sucede es que, el bien que nos pueda ocurrir dependerá de qué tan lejos o cerca estemos del cielo y su contenido.
Oración
Declaro que, a partir de hoy, leeré, escudriñaré la Biblia, la palabra de Dios, sus mandamientos. Los aprenderé de memoria y los pondré por obra, pues necesito su presencia en mi vida necesito estar cerca del cielo
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