martes, 22 de mayo de 2018

El levantarse después de la caída.



 Jeremías 8:4......Les dirás asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino?......... ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse. Escuche y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.

La lógica es que si alguien tropieza y cae se levanté se sacuda y siga su camino, lo normal es que si alguno va rumbo a un sitio determinado y se extravía, procure orientarse y retomar la vía, si usted se equivoca al tomar un bus, se baja y toma el correcto.

Por qué no hacer lo mismo con relación al pecado, la Biblia le llama al pecado "error" algunas traducciones le llaman "errar el blanco" , dando la idea de alguien que lanza una flecha y no dio en el blanco. Lo lógico será volver a intentarlo.

“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.”
Jeremías 6:16 (Reina-Valera 1960)

La terquedad y la obstinación son terribles, el Señor espera que indaguemos acerca del verdadero camino, el buen camino y que andemos por el (sabemos que que el único camino es Jesus) pues sólo en El hallaremos paz y descanso para nuestra alma, más nos resistimos y preferimos el !camino incorrecto!

Cuando un hijo de Dios peca, debe confesar sus pecados, porque si no lo hace, no podrá ser perdonado. No debemos encubrir el pecado. 

Confesar es levantarse después de la caída y condenar el pecado. Dios está en un extremo, los pecados en el otro y nosotros en el centro. ¿A qué lado nos inclinaremos? Si nos ponemos del lado de los pecados, nos hacemos enemigos de Dios (Col.1:21).

 Confesar significa regresar a Dios, reconociendo que hemos pecado. Los que andan en luz, sienten repulsión por el pecado, y confiesan genuinamente sus faltas. Los que se han endurecido, piensan que pecar es normal, no confiesan con el corazón ni aborrecen el pecado.

El Señor perdonó nuestros pecados para que dejásemos de pecar, no para que siguiésemos pecando. Pero, si alguno peca, "abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y El es la propiciación por “nuestros  pecados" 


ORACION.

Hoy me levanto en el nombre de Jesucristo, y decido seguir el camino correcto, a  no volver a pecar. Me arrepiento de haber ofendido a Dios. Ruego al padre que su Santo Espíritu me guíe, me enseñe, me corrija y me de paz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario