1 Tesalonicenses 5:8...."Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo”
El yelmo o casco protege en los soldados una parte vital: la cabeza.
En nuestras cabezas nacen ideas y pensamientos, captamos el mundo interior y el exterior, damos forma y sentido a nuestras sensaciones, etc. el principal campo de batalla nuestro es la mente. Por eso debemos asegurarnos en que …”tenemos la mente de Cristo”… y para eso debemos madurar cada día, llevando cautivo todo pensamiento a Él. Porque nuestros pensamientos son, por lo general, carnales, errados y confusos.
Debemos proteger nuestra mente porque dice la escritura que “cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Sometidos al Espíritu Santo nos dará una memoria sobrenatural, pues nos hará recordar todas las cosas que Jesús ha dicho. ¨Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.¨ ( 1 corintios 6:17)
En la cabeza también están nuestros ojos y la boca, que deben ser muy vigilados. En cuanto a los ojos, sabemos que influyen tanto en la formación de ideas y pensamientos, que Jesús dijo que podría ser mejor sacarlos para entrar en el reino de Dios y ya Santiago habló claramente sobre la lengua.
Solamente teniendo nuestra mente en Cristo, no sufriendo ninguna de las clásicas “invasiones” que el enemigo acostumbra a intentar, es que tomamos conciencia de la autoridad que tenemos en Cristo Jesús.
“Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo”
Una esperanza en la salvación, bien fundada y edificada, purifica el alma y la mantendrá protegida de Satanás; cuidará la puerta al alma de ser atormentada por el diablo.
El enemigo intentará llevarnos a la desesperación pero la esperanza en la salvación nos hará confiar en Dios, alegrándonos en Él. No pierdas de vista lo que está haciendo Dios.
El mundo no lo puede ver y no tiene ni idea de lo que está sucediendo, pero tu lo sabes y lo estas viendo, así que no te desanimes. Porque con el poder que Dios nos ha dado, tenemos asegurada la victoria,
Debemos mantenernos firmes, puesto que la victoria ha sido lograda por Jesucristo en la Cruz.
El yelmo de la salvación nos protege contra el más fatal de los golpes que puede sufrir un hijo de Dios, que son las dudas acerca de su aceptación, tal y como es, por el Señor.
ORACIÓN
Gracias Señor Jesús por salvarme, gracias por tomar mi lugar en esa cruz, gracias por tu sangre que limpió mis pecados, hoy me apropio de la "salvación" y por guardarla resisto y rechazó todo pensamiento contrario que el diablo quiera colocar en mi mente.
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