miércoles, 6 de junio de 2018

El Espíritu de Dios, es fuego purificador



Levítico 9:24.......... Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.

Lo primero que Dios enseño al hombre después del primer pecado realizado por Adán y Eva fue que este debía ofrendar un cordero sin ningún defecto, y siempre que el hombre se acercara a Dios debía ofrecer un sacrificio.

Uno de los errores  de Caín fue presentar la ofrenda que a el le parecía y no lo que Dios exigía, si Dios te pide o te ordena algo dáselo!....no lo pienses dos veces.

Génesis 4:3-7.......Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

El otro error de Cain fue matar a su hermano por soberbia, pues el Señor le dijo después de cometer el primer error, a la puerta está la solución del conflicto, tienes una oportunidad de restaurar lo que hiciste presenta la ofrenda que pedí, un cordero sin mancha. Más Caín persistió prefirió en hundirse en un pecado más grave el asesinato.

  ! Es mejor ser recordados como una persona que ofrenda a Dios que como un pecador no arrepentido!

Siglos más adelante Dios enseña a la nación de Israel por boca de Moisés como construir y  preparar un altar, como sería el ritual al presentar un cordero por cada hombre que confesaré sus pecados. El sacerdote debía colocar leñas en la parte inferior del altar de sacrificio y el cordero encima. (Éxodo 27)

La primera vez que se coloco un cordero en el altar, de forma milagrosa descendió fuego del cielo que quemo y consumió  el cordero del sacrificio.(levítico 9 24)

Ese cordero tipifica a Jesús "el cordero de Dios"  el altar tipifica la cruz, el lugar de sacrificio, y el fuego la presencia del Espíritu Santo.

Todos los días de nuestra vida deberíamos recordar el sacrificio de Jesús en la cruz, presentarnos delante de El como un sacrificio vivo, renunciando a toda forma de pecado y rogar al Padre que envíe el fuego purificador de su Santo Espíritu sobre nosotros, que consuma  todo aquello que le ofende.

ORACIÓN

Señor quiero ser un sacrificio vivo y santo, hoy me presento delante de ti rogando  que perdones mis pecados en el nombre de Jesús tu hijo y que envíes el fuego de tu Santo Espíritu y consuma en mi todo lo que te ofende. Quiero ser agradable a ti



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