miércoles, 27 de junio de 2018

Las ofrendas abominables.



Deuteronomio 23:18 .........No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová, tu Dios, por ningún voto, porque abominable es para Jehová, tu Dios, tanto lo uno como lo otro.
                                                                                                                
Si una persona vende su cuerpo por dinero esto no le agradará  a Dios, la Biblia dice en el libro de Galatas 5:21:......acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Mucho menos le agradará el que esa persona le ofrezca parte de esa ganancia deshonesta, es una ofensa, es doble pecado.

El diezmo o la ofrenda producto de un hurto, o de un atraco tampoco agradara al Señor, menos el pago por un homicidio, a todo esto le llama la Biblia ofrenda abominable.

Más bien Dios se agrada cuando la mujer que siendo ramera decide un día no volver a este oficio por agradar  al señor su creador, o el que hurta deja de hurtar, por temor de ofender a Dios.

Cuando se ofrece ofrenda, se diezma o se ayuna para agradar al Señor y es El, el que pone las condiciones. Varias de ellas son:

Mateo 5:23.... Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

Isaías 58:4....He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. 

1 Timoteo 5:8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

2 Corintios 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.


ORACIÓN


Ruego en el nombre de Jesucristo tu hijo perdones mis pecados, que el fuego de tu Santo Espíritu me purifique, que mi ofrenda sea aceptada por ti y mi oración sea escuchada

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