Salmos 50:9.......No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos. Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud.
Somos necios al pensar que podemos mover a Dios a nuestro favor por medio de nuestros bienes, o de nuestro dinero, como si Él necesitaré de ello. Este pensamiento nace de una mente corrompida, de alguien acostumbrado a obtener beneficios a cambio de dádivas.
En algunas creencias religiosas lo enseñan llegando a predicar que se puede cambiar del estado de pecador condenado en el infierno a juicio eterno a estar salvo en el cielo por medio ofrendas, de oro, bienes o dinero, aún en las personas que ya han muerto sin arrepentirse en vida.
Estas creencias erróneas nacen de doctrinas puramente humanas, pues la Biblia plantea "que todo le pertenece a Dios y él puede tomar lo que él quiera pues todo es de Él."
Dios no necesita un favor. Él no necesita nada material que tú le puedas ofrecer.
El creer en Jesús y el tener un arrepentimiento sincero es lo que ocasiona el perdón y la vida eterna. No hay en el mundo ni el oro, ni el dinero suficiente para comprar la salvación y en ningún ser humano está la determinación de cambiar salvación por bienes terrenales.
Solo Jesús, el ungido de Dios, pudo, mediante su sacrificio, traer la salvación al hombre pescador.
Sólo hay algo que el hombre puede dar a Dios que "Él no tiene" con mucha frecuencia, pues muchos se la niegan. Me refiero a la alabanza. Muchos prefieren satisfacerse a sí mismos y no honrar a Dios. Al despertar cada mañana ó en el día de reposo, prefieren divertirse ellos y no congregarse con otros para adorar Dios.
El salmo 50:14 dice "Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; e invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás"
¡Qué pena que, para algunos, honrar a Dios con alabanzas sea un sacrificio! Esto debería más bien ser el resultado de un corazón agradecido y de alguien que no tiene con qué pagar a Dios el padre por el sacrificio de Jesús, al tomar nuestro lugar en la cruz.
Oración
Sacrificio y ofrendas materiales que yo te pueda dar, tú no las necesitas, pues tú eres el dueño de todo. Si nada de lo que tengo es mío, sólo te puedo dar la alabanza que salga de mi corazón. Ruego que la aceptes. Guardaré mi vida para ti
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