jueves, 24 de diciembre de 2015

El día de las primicias




Levítico 23:10-11..........Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá.



Esta fiesta consistía en entregar al Señor el primer fruto que produjera la tierra que Él les había entregado. 

Suponga que usted no tiene absolutamente nada, y Dios le dice: “te regalo este terreno; es muy fértil, tiene árboles frutales, un  sembrado de trigo y otras especies, con abundante ganadería.”




Y te dice, además, “cuando cortes la primera cosecha, traerás al sacerdote una gavilla, para que él me la presente a mí. Recuerda, yo te di el terreno, el sembrado y la salud para cuidarlo. Esto es necesario para  que yo te acepte y te bendiga el resto de la cosecha que pudieras tener. Quiero también el primer becerro que la vaca tenga para bendecirte el resto que pudieras tener.” ¿Que le dirías al Señor?




Aquí, los primeros frutos (las primicias) representan a Cristo. El padre puso el ejemplo al "sembrar" su primer hijo, el cual resucitó de los muertos como primicias de los que habían dormido. 1 Co. 15:20 dice: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho." Todo el que se arrepiente de sus pecados y se vuelve a Dios es parte de la gran cosecha.



La fiesta se celebraba en la vendimia de los primeros frutos, antes de la última gran cosecha que había de venir al final del año, durante la fiesta de los Tabernáculos.




La cosecha representa a todos aquellos que ponen su fe y confianza en Cristo. Por lo tanto, la gavilla es la primicia de los primeros frutos. Dado que la gavilla en la Biblia es representativa de una o varias personas, espiritualmente, una gavilla representa a las personas que han aceptado al Mesías en sus corazones.




La nación de Israel estaba familiarizada con el concepto de los primeros frutos y el primogénito. Las primicias, o primeros frutos, siempre eran los mejores, los primeros y los escogidos de la cosecha que estaba por venir. Las primicias eran santas ante el Señor.

Todo sobre la tierra, tanto hombre como bestia, era presentado ante el Señor como primicia a Él.


El primogénito, tanto de hombre, como de bestia, era santificado (hecho santo) y presentado al Señor Éxodo 13:2; 22:29).



Aunque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia de Dios, qué hermoso es que podamos ofrecer, a partir de hoy, al Señor nuestro Dios, el primer fruto de todo lo que Él nos dé. Por ejemplo, hoy nos dio un nuevo día, la primera  hora debemos dásela a Él. 

Nos dio una nueva semana de vida, le entregamos un día de la semana. Si nos da un nuevo año, entreguemos el primer día en alabanza y adoración a Él.


Oración
Señor mi Dios, a partir de este momento, te entregaré lo mejor de mi vida. Si mañana me das un día más de vida, la primera hora de ese día será tuya. Te bendeciré, y te adoraré. Si me concedes una semana más, te dedicaré mi día de descanso. Si me concedes ver el nuevo año, ese primer día será tuyo

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