lunes, 14 de diciembre de 2015

La consagración



2 Corintios 5:14........Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.


Usted ha escuchado acerca de lo que es la santidad, la redención, la salvación. Hoy Dios le hablará de lo que es la consagración.

Si bien la palabra santidad significa apartado, separado para  Dios, el ser redimido significa ser rescatados, ser comprados por Cristo. La consagración consiste en que Dios nos concede el honor de servirle.

 La consagración es el resultado de comprender lo que es la santidad, la redención y la salvación.
La salvación nuestra costó la vida de nuestro Señor Jesús. Él dejó todo y sufrió a causa nuestra; fue humillado, torturado y luego crucificado.

«Consagración» se puede traducir como el oficio de servir al Señor. Esto es como prometerle al Señor: «Hoy me separo de todo para servirte, porque tú me amas.»

La consagración es un honor, no un sacrificio. Debemos postrarnos ante él y decir: «Gracias, Señor, porque tengo parte en tu servicio. Gracias, porque entre tantas personas que hay en este mundo, me has escogido a mí como parte de este servicio.»

Es cierto que necesitaremos sacrificar algo, pero no existe conciencia de eso. La consagración está llena de sentido de honra y no de conciencia de sacrificio.

Nos debemos consagrar a Dios por dos motivos: el primero por amor a Él, por lo que Cristo hizo por nosotros; el segundo, no somos nuestros, somos propiedad de Él.

Nadie puede consagrarse a no ser que sienta amor por el Señor. Pero después que el amor está, la consagración será la consecuencia. "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.”

!!Debemos consagrar nuestra vida a Dios!!

Si una persona considera el servir a Jesús como un favor, y su fe en Dios como una cortesía hacia Él, será inútil hablarle sobre la consagración. 

Oración
Señor, cada año que comienza es una nueva oportunidad que tú nos das. Es como poseer un terreno o una propiedad nueva. Este año será distinto. Este será el año de mi consagración, por lo cual lo llamaré año de consagrar. Por amor a Jesús, tu hijo, hoy prometo servirte, hacer tu perfecta voluntad. Enséñame cómo hacerlo, te lo suplico

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