Isaías 46:8-11.......“Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente, tú que dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más…Vendrá, pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y destrucción que no sepas vendrá de repente sobre ti.”
En la Biblia se habla de la Babilonia espiritual y que esta será derribada. En su enojo Dios permite que su pueblo caiga en manos de ella: “Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les tuviste compasión; sobre el anciano agravaste mucho tu yugo”
Dios no va a pasar por alto el pecado, sino que derribará las fortalezas del diablo.
Él hace un llamado a despertar a Su iglesia. Ciertamente, este será un gran acto de amor de parte del Señor. El ama a Su iglesia y no va permitir que la comodidad, el placer y la apostasía cieguen y arruinen el objeto de Su amor.
Dice Isaías 26:9-10: “Solo cuando hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová.”
“Cuando existe una guerra, todos los recursos de los ciudadanos son utilizados por el estado en la guerra, incluso la vida de las personas”
Todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos, incluidos nuestros hijos, son instrumentos de guerra contra el diablo, con el fin de arrebatar las almas perdidas.
Por el contrario, todo lo que el diablo pone en las manos del creyente tiene como fin apartarlo de la visión. Habrá fortunas que Dios pondrá en manos del hombre para el establecimiento de su reino.
Habrá fortunas que el diablo facilitará al hombre para que se pierda y no le sirva a Dios, por estar ocupado.
Declaración
Declaro que todo lo que soy le pertenece al Señor, que todo los recursos que lleguen a mi mano serán para establecer el reino de Dios y su justicia
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