Salmo 73:27……Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta (una interpretación más exacta: Tú cortarás a todo aquel que fornicando, de ti se aparta.). Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras.
Algunos salmos son canciones; otros son oraciones cantadas. Ellos expresan diversos temas, desde la alabanza hacia Dios hasta los sentimientos de quien cantaba en un momento de alegría de tristeza o de inquietud.
El salmo 73 lo escribió Asaf, el director del coro en los tiempos del rey David. Hubo un momento en que él sintió incomodidad por aquellos que se apartan de Dios y expresó lo que él pensó de los que se apartan de Dios, y no estaba lejos de la realidad, pues el que se aparta del Señor es como aquella rama de un árbol que es arrancada y por un momento permanece verde pero luego se seca al faltarle la sabia.
La sana interpretación no es "que Dios destruirá" al que se aparta sino que la misma persona perecerá espiritualmente al faltarle el Espíritu Santo que como la sabia del árbol mantiene viva la rama.
El estar pegado a Dios produce bienestar. El salmista lo expresó así: "Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras."
El apóstol Pedro en una de sus cartas expresa: "Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero"
"Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno." (2 Pedro 2.20)
Declaración
Declaro que nunca me apartaré de mi Señor y Creador, Jehová es su nombre. Me acercaré todos los días de mi vida por medio de Jesús, su hijo, que me redimió con su preciosa sangre y permitiré que su Santo Espíritu me guíe y me redarguya de pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario