Génesis 17:9……. Dios dijo de nuevo a Abraham: “Pero tú guardarás mi pacto, tú y tus descendientes después de ti, a través de sus generaciones. Este será mi pacto entre yo y ustedes que guardarán tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre ustedes será circuncidado. Circuncidarán sus prepucios, y esto será la señal del pacto con ustedes.
Me causa admiración la sabiduría de Mi Dios al enseñarnos. Admiro la obediencia de los patriarcas bíblicos, y, aunque no estamos bajo la ley sino la gracia, son de admirar.
Dios, además de establecer un pacto con Abraham y sus descendientes, les ordenó tener una marca, una señal que varias veces al día les recordaría: "tengo un pacto con Dios." Esta marca era la circuncisión. La pregunta para ti en este día es: ¿qué te hace recordar muchas veces al día que tienes un pacto, un compromiso con Dios?
El bautismo en agua, aunque es externo, es espiritual, pues a partir de él se crea un pacto, un vínculo, al decir “yo soy un hijo de Dios” y al Señor decir “este es mi hijo amado en el cual tengo contentamiento.”
Colosenses 2:12 dice: sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.
La escritura dice en Romanos 2:28: "Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.”
Todo aquel que se bautizó en edad adulta, tiene una señal, una marca espiritual no visible, pero recordada varias veces al día.
Declaración
Hoy tomo la firme decisión de aceptar a Jesús como mi salvador. Me arrepiento de todos mis pecados, y me bautizaré, en obediencia a su palabra y cada día recordaré este paso de fe, el cual dejará una marca en mi corazón
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