Deuteronomio 6…..Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
El Señor ordenó a los israelitas, en tiempos de Moisés, guardar su palabra, y ponerla por obra. Ordenó también el enseñarla en las casas y andando en el camino, y en todo momento.
En una mala interpretación, ellos consideraron atar las palabras escritas de Dios en pergaminos cerca del corazón y en sus manos. Esto lo cumplieron literalmente al colocarse los tefilín: un par de cajas en formas de cubo de cuero negro, montadas sobre bases, que contienen los pasajes escritos en un pergamino, las cuales se ataban con correas de cuero al brazo y a la cabeza.
Y en las puertas de las casas colocaban "La Mezuzá"; este es un pergamino que tiene escrito versículos de la Torá, guardados en una caja fijada al marco derecho de los pórticos de las casas y de las ciudades judías.
Todo lo anterior son señales visibles para el resto de la humanidad que indica que son israelitas, aunque sea un error de interpretación, pues lo que quiere el Señor de nosotros es que memoricemos sus mandamientos, los pongamos por obra y los enseñemos a nuestros hijos, nietos y a toda persona. Esta es una verdadera señal que somos hijos de Dios y le amamos.
Jesús, nuestro Señor, dejó un mandamiento para estos tiempos: "id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado." (Mateo 28:19)
También dijo: "Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5:39)
Todos los creyentes debemos manifestar al mundo entero la obra redentora de Jesús, siendo, primero que todo, un testimonio vivo de su gracia y utilizar todos los medios posibles: escritos, hablados, la televisión y las redes sociales.
Declaración
Declaro que guardaré la palabra de Dios en mi corazón, la pondré por obra y la declararé en mi hogar, y en camino hacia mi lugar de estudio, o de trabajo y en todo medio de comunicación.
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