miércoles, 10 de agosto de 2016

Día 221 Los flecos en las vestiduras



Números 15:38.......Habla a los hijos de Israel y diles que a través de sus generaciones se hagan flecos en los bordes de sus vestiduras y que pongan un cordón azul en cada fleco del borde. Los flecos servirán para que al verlos se acuerden de todos los mandamientos del Señor, a fin de ponerlos por obra, y para que no vayan en pos de su propio corazón y de sus propios ojos, tras los cuales se han prostituido.  Será para que se acuerden y cumplan todos mis mandamientos, a fin de que sean santos para su Dios.


Algunos oficios se distinguen claramente por el uniforme que se porta. La palabra uniforme nos habla de que todos se encuentran distinguidos en este caso por un vestido igual.
Cualquier persona, por ejemplo, distingue fácilmente por su vestidura al bombero, al piloto, y a la enfermera. Éstos, a su vez, recordarán, al ver su uniforme, lo que representan y su comportamiento y su oficio será de acuerdo a él.

Lo físico tiene que ver con lo espiritual. Dios ordenó a los israelitas el vestir de una forma particular y el colocar flecos y un cordón azul en sus vestiduras que les recordara cumplir los mandamientos dados por Él, pues conocía cuán fácilmente olvidaban sus leyes.

¿Ha visto usted en este tiempo a alguien amarrarse un cordón en su mano para acordarse de algo al verlo, o para que lo identifiquen con algún grupo determinado?

Pues, nosotros deberíamos vestirnos, no con flecos o cordones azules que pertenecieron a una enseñanza, más bien, como dicen las escrituras, referentes a decoro, la pureza y la modestia.

“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos” (1. Timoteo 2:9-10). 

Este mandamiento, aunque dirigido a la mujer, por su naturaleza, también aplica al hombre. Un creyente se viste con decoro cuando lleva ropa en buen estado, aseada, armónicamente combinada y bien proporcionada (con una talla adecuada).

Un creyente se viste con pudor cuando está atento en no exhibir el cuerpo en forma desvergonzada, a fin de no despertar un deseo sexual indebido en los demás. 

Un creyente se viste con modestia cuando no lo hace  ostentosamente o por vanidad. La palabra de Dios nos habla de la distinción entre los Sexos: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace” (Deuteronomio 22:5).

Declaración 

Declaro que vestiré de tal forma que agrade a mi Señor, de forma que me haga recordar quién soy un hijo (hija) con decoro, pudor, modestia y sobre todo con identidad de mi sexo

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