Éxodo 14:15.......Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.
La historia es la siguiente: Israel ha sido libre de la esclavitud que durante cuatrocientos años padecieron; ahora marchan hacia la tierra nueva, la tierra prometida. La frontera es un brazo del mar; atravesarlo es estar fuera del territorio enemigo.
Los egipcios están a sus espaldas, próximos a ellos. Se sienten atrapados entre dos fronteras: la de Egipto y la de la tierra de la promesa.
Al clamar a Dios, él les responde: "di a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco."
Egipto representa la esclavitud del pecado; la tierra prometida, una vida nueva. En ocasiones, los seres humanos nos enfrentamos a este conflicto: regresar al pecado o huir de él en forma definitiva.
¿Qué decisión tomará usted hoy, teniendo en cuenta que el estar en pecado, le quitara la paz, la salud de su cuerpo, y la vida eterna?
Hay que tener en cuenta, también, que al pasar la frontera y dirigirse a la tierra de la Promesa, usted obtendrá la paz que siempre anheló: su salud y la vida eterna.
El consejo de Dios es que usted marche hacia adelante, alejándose del pecado, que no tenga temor alguno, que extienda su mano en el nombre de Jesús y todo obstáculo se apartará y usted entrará a gozar de una nueva vida.
Declaración.
Marcharé feliz hacia la tierra de la promesa. No temeré al atravesar el mar ni el caudaloso río, pues mi Dios estará conmigo; Él me infundirá aliento. Él me sostendrá
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