viernes, 17 de marzo de 2017

Humillaos ante Dios


Esdras 8:22....Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.

La historia es la siguiente: el Rey Artajerjes emitió un decreto para enviar de vuelta a Esdras a Jerusalén finalizado el exilio en Babilonia. "La mano bondadosa de su Dios estaba sobre él, ya que Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del Señor, y a practicarla, y a enseñar sus estatutos y ordenanzas en Israel." (7:10).

Esdras  tenía que transportar objetos de valor y cruzar por tierras hostiles. Él sintió temor y, a la vez, pena : "Tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a caballo…pues habíamos dicho al rey: 'La mano de nuestro Dios es propicia para con todos los que le buscan, mas su poder y su ira contra todos los que le abandonan.'". (8:22). 

Así que Esdras proclamó un ayuno entre toda su tropa para humillarse ante Dios y buscar su ayuda (8:21). Por lo tanto, "la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y de las emboscadas en el camino" (8:31).

Esdras marca un ejemplo para nosotros. Toma la promesa de 2 Crónicas 7:14, la aplica a su situación y confía en Dios. La promesa dice: "Si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos…”

 Dios realiza su trabajo de perdonar, sanar y proteger condicionado a nuestra humillación, separación del pecado y búsqueda de él en oración. Así que Esdras y sus tropas se humillaron (8:21) e imploraron a Dios (8:23) y Dios los oyó.

Si queremos que Dios trabaje entre nosotros, debemos ser humildes y buscar su rostro muy seriamente. Debemos arrodillarnos, inclinarnos como niños pequeños y clamar por poder espiritual. Debemos buscar, anhelar  a solas, ya sea en nuestro hogar o en la iglesia y suplicar ante Dios.

 "Proclamé un ayuno, para que nos humilláramos". Noten la expresión . El ayuno es el medio para ser humillado. ¿Cómo es esto posible? Una forma de presentarnos ante Dios humildemente y demostrarle que somos dependientes de Él solamente.

Oración 
Señor mi Dios, siempre confiaré en ti. Sé que guardarás mi entrada y mi salida. En ti descansa mi alma. No temeré lo que el hombre me pueda hacer. Sé que tu ángel acampa alrededor de los que te temen, y tú los defiendes

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