lunes, 6 de marzo de 2017

Su presencia en la alabanza


2 Crónicas 5:13.....Cuando sonaban,  pues,  las trompetas,  y cantaban todos a una,  para alabar y dar gracias a Jehová:  y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música,  y alababan a Jehová,  diciendo:  Porque él es bueno,  porque su misericordia es para siempre:  entonces la casa se llenó de una nube,  la casa de Jehová.

El relato es el siguiente: el Rey Salomón construyó un templo para adorar a Dios. Cuando lo comparamos al modelo entregado por Dios a Moisés, es diferente en muchos aspectos. El que más resalta es el aspecto del diseñador.  El del primero fue Dios; el del segundo, Salomón.

Aunque muchísimo más lujoso este último, no era tan sobrenatural como el primero. Por ejemplo, el lugar santísimo descrito en ese templo tenía ventanas, lo cual permitía que la luz natural entre. En el tabernáculo, hecho por instrucciones de Dios, no había ventanas.  La luz era la misma presencia de Dios.

En el lugar había muchos instrumentos de música, muchos que tocaban los instrumentos y muchos otros que cantaban Todo era humanamente hermoso, pero lo que atraía la presencia de Dios no era lo majestuoso del lugar; era la alabanza,  el agradecimiento, la adoración, los corazones dispuestos para Él.

Note que la presencia de Dios representada por la nube se dio en la medida que la adoración, la alabanza fue en aumento...."y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música,  y alababan a Jehová,  diciendo: Porque él es bueno,  porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube,  la casa de Jehová.

Es admirable toda obra que se realice para que el nombre de Dios sea exaltado, pero su presencia no depende de las obras sino de la adoración. La alabanza  atrae su presencia.

Con Respecto a la construcción, Dios habló a Salomón... La palabra del Señor vino a Salomón  y le dijo:
«En relación con el templo que estás construyendo, yo cumpliré la promesa que le hice a tu padre David, siempre y cuando tú obedezcas mis estatutos y mis decretos, y pongas en práctica mis mandamientos;  entonces yo habitaré en el templo, en medio de los israelitas, y nunca abandonaré a mi pueblo.».(1 de Reyes 6:11).

El relato bíblico nos enseña que Salomón se apartó de los caminos de Dios. Las siguiente generaciones de sacerdotes se corrompieron y efectuaron prácticas idolátricas y aberrantes en las habitaciones alrededor del lugar santísimo, por lo cual la gloria de Dios (su presencia) se alejó del templo y de ellos (Ezequiel 8)

No abras puertas ni ventanas (hablando espiritualmente) en tu vida que te impidan la manifestación de su presencia, su gloria. Su presencia no depende de nuestras capacidades humanas, su presencia depende es de la calidad de nuestra adoración.

Oración  
Señor mi Dios, Jehová, alzaré mi voz, aumentaré el tiempo de mi adoración, madrugaré, vigilaré. Bien temprano y todo el día te alabaré por la gran necesidad que tengo de tu presencia. Quiero que siempre estés conmigo.

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