Romanos 12:2........No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Cuando Dios creó a Adam, éste tenía un conocimiento de Dios de primera mano, pues vivía con Él, estaba en su ambiente, pensaba como Él, su mente estaba alineada con la de Él, estaban de acuerdo en todo. Adam nunca hubiera muerto. Cuando pecó perdió su mente, su entendimiento se entenebreció, se alejó de Dios, ya sus pensamiento no eran los de Dios; eran los del diablo. Esto le ocasionó la muerte.
La mente del hombre sin Dios está influenciada, primeramente, por la cultura....Ésta es como un ídolo. Amamos más la cultura que a Dios. Vemos las fiestas paganas, como el carnaval, como parte de la cultura. Consideramos los establecimientos donde venden drogas y alcohol como monumentos de cultura.
La cultura nos quiere forzar a cambiar a los creyentes en Cristo, nos obliga a aceptar lo incorrecto como correcto. Tal es el caso con el matrimonio de las parejas del mismo sexo, el aborto y la adopción de niños por personas del mismo sexo; pero ellos no cambian su forma de pensar.
Dependiendo de la educación que recibimos, así pensamos. El ambiente en que nos movemos afecta el pensamiento nuestro. Si usted no cambia su ambiente pecaminoso, siempre pensará que tener dos mujeres no es malo, que tener relaciones con personas del mismo sexo es normal etc.
Cuando una persona ha sido abusada física, mental ó espiritualmente su mente, su pensamiento, cambia llegando a pensar que lo incorrecto es correcto.
Los niños al crecer en una religión no conforme a la palabra de Dios son afectados en su forma de pensar. La crianza en el hogar también afecta el pensamiento. Si hay problemas entre los padres, si ven que estos que se tratan mal, que son infieles, que no temen a Dios, cuando sean adultos estarán condicionados a repetir lo mismo.
El espíritu de este siglo, o de este tiempo, nos obliga a pensar como piensa todo el mundo y no como piensa Dios. Esto forma unas fortalezas mentales.
Una fortaleza es como un castillo desde el cual el diablo crea fortalezas en tu mente y, desde ahí, te ataca. Las fortalezas son las mentiras del diablo escondidas en el pensamiento, esperando que tú les digas “amén”. Te dicen, “tienes cáncer”; tú lo aceptas. “No podrás estudiar”; tú lo aceptas. “Divórciate”; tú lo aceptas. “Nunca te casarás”; tú lo aceptas. Hay mentiras del diablo que están en espera que tú estés de acuerdo para destruirte.
Por eso, el llamado de Dios para ti es a que “no te conformes”; renueva tu mente”, y esto solo lo puedes lograr renunciando a todo esquema "viejo que esté en tu mente", en el nombre de Jesucristo.
Oración
Padre que estás en los cielos, en este día, renuncio, en el nombre de Jesús, a toda fortaleza que el diablo haya creado en mi mente a través de la cultura, el hogar, la religión, mis estudios, abusos realizados por otras personas, el ambiente que me rodea, y el espíritu de este siglo. Renuevo mi pensamiento por medio de la palabra de Dios; la leeré y meditaré en ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario