jueves, 30 de marzo de 2017

Jesus establece su Reino


Marcos 5: 1........ Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.  Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.  

Las escrituras relatan que, cierto día, Jesús visitó, con sus discípulos, un pueblo llamado Gadara y que de los sepulcros salió un hombre poseído por muchos demonios, el cual era el terror del pueblo y el Señor le libertó, ordenando a los espíritus inmundos que salieron de él.
 
Dios hizo al hombre de tal forma que no fuera poseído por ningún espíritu, a no ser por la autorización de la misma persona  o por la entrega que hicieron sus padres sobre él estando en el vientre o cuando nació, o cuando fue consagrado a una deidad, llevado donde al brujo, o donde un médium por invocación de espíritus sobre él. 

Dice el relato bíblico: "Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, más las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.  Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.  

Dice además que andaba desnudo. La desnudez del hombre nos habla de la dignidad, de la honra perdida. El vivir fuera de casa, vagando, significa estar lejos de Dios y el vivir en un sepulcro es estar muerto espiritualmente.

Hagamos varias consideraciones. La primera: Jesús siempre está buscando al hombre “caído”,  en problemas, en necesidad, en cautividad porque le ama. Mencionan  los evangelios que Jesús recorría ciudades y aldeas, y pueblos por todos lados. Iba buscando a la gente en su amor. 

La segunda. No hay condición humana, por terrible que parezca, que sea imposible de restaurar, de la cual Jesús no pueda librar. El cambio de vida, la sanidad, la paz, es posible.

La tercera consideración. Cuando se vive sin Dios, el hombre se hace daño así mismo.

La cuarta consideración. La necesidad de un encuentro con Dios. Este hombre cuando se enteró que Jesús estaba en la región corrió a tener un verdadero encuentro con Él. "Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo”.    

Quinta consideración. Cuando el gadareno es libre, lo primero que desea es estar con Jesús y sus discípulos y servirle. (Verso 18-19)  Jesús le dijo: “ve a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti”. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.

Si usted tiene una adicción al cigarrillo, al alcohol o a las drogas; si usted ha visitado al brujo, ha practicado brujería, ha leído la tabla ouija, o ha practicado la proyección astral; si siente deseos de suicidarse, de prostituirse, usted hoy puede ser libre de esos espíritus aceptando a Jesús como su salvador. Acérquese  a una iglesia cristiana y exponga su caso a un ministro de Dios.
 
Oración
Hoy corro hacia Jesús, considerando mi condición (menciónela). Pido perdón por mis pecados. No me conformo de mi situación actual. Sé que Dios puede transformar mi vida. Padre, quiero servirte en el área que tú me coloques. Hoy te consagro  mi vida

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