Lucas 19:9......Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Esta es la historia de Zaqueo relatada en Lucas 19:2 "Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí".
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Lo más grande que podamos alcanzar en nuestra vida, es poder encontrar " la salvación" nuestra y de nuestra familia. Salvación implica liberación de las garras del diablo, y del pecado; implica también sanidad física, seguridad, el ser cuidado por Dios, la preservación tanto física como espiritual , es terminar con la opresión y las consecuencias producidas por el pecado. Y por lo tanto, es todo lo que el ser humano necesita, pero que, dolorosamente, no todo ser humano la busca.
Es una bienaventuranza el ser considerados hijos de Dios.
El evangelio de Lucas registra un encuentro entre Jesús y Zaqueo, un ejemplo que nos puede identificar a todos nosotros. ¿Qué estamos buscando?, ¿Por qué correríamos? ¿Correríamos por tener una relación con Cristo? ¿Correríamos para encontrarnos con el Señor? Muchos, hoy, corren por riquezas, por placer, pero casi nadie corre para alcanzar la eternidad.
Zaqueo, jefe de los publicanos, probablemente era la persona más odiada de Jericó. Como jefe de los publicanos estaba encargado de recaudar impuestos para el Gobierno romano. Era enemigo del pueblo de Israel. Siendo él israelita, éstos le acusaban de ladrón.
Zaqueo fue considerado un traidor por el pueblo en Jericó debido a su colaboración con los romanos. La gente no le consideraba un hijo de Abraham. Así que la visita a su hogar y la declaración de Jesús de llamarlo hijo de Abraham cambió su vida.
La visita de Jesús a su hogar trajo restauración a su vida y a su hogar. Si tú permites que Jesús visite tu hogar, éste será restaurado.
No podemos conformarnos con sólo ver de lejos a Jesús. Le necesitamos cerca, le necesitamos en nuestro corazón, en nuestro hogar. Tenemos graves problemas sin Él. Todo lo construido, sin Él, está en riesgo de ser derribado. No podemos quedarnos montados en un árbol, mirando de lejos. Le necesitamos urgentemente.
Oración
Padre, invito a Jesucristo a mi hogar. Declaro que hoy ha llegado la restauración a mi vida y a mi hogar. Perdóname, Señor, por todos mis pecados. Gracias por llamarme hijo.