miércoles, 12 de abril de 2017

La agenda de la salvación-El cuarto día en la mañana

El cuarto día en la mañana

Lucas 22:7-8....Llegó el día de los Panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la Pascua.  Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: --Id, preparadnos la Pascua para que la comamos. 

La Pascua es la fiesta judía que conmemora la liberación de la esclavitud en Egipto (Ex 12.1-27; Dt 16.1-8.)....Para poder salir de la esclavitud Judía, fue necesario sacrificar un cordero por familia y, con su sangre, marcar las puertas de las casa para cuando pasara la muerte, ésta no tocara esas casas. El cordero debía sin defecto sin mancha.

Dios ordenó a los israelitas celebrar siete fiestas y la Pascua era una de ellas. Jesús, en obediencia, envió a sus discípulos a prepararla. Antes de la celebración, Jesús fue preparado como se prepara a los muertos en su sepultura.

Mateo 26:6: dice: "Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa.

"Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?  Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.

 "Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella."

Jesús sabía por las penosas circunstancias que pasaría, sabía que sería traicionado, calumniado y sacrificado y todo esto sucedería en el día y la hora que sacrificaban a los corderos.

Las escrituras nos enseñan que, en estos tiempos, nuestras oraciones y lágrimas cuando intercedemos  por otras personas, y nuestra alabanza a Dios son como un perfume que llega a su presencia.
Salmos 141:2 dice: "Sea puesta mi oración delante de ti como incienso."  (Apocalipsis 8:4)

Declaración 
De mañana, mediodía, tarde y noche está  atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque es a ti a quien oro. Oh Señor, oirás mi voz, presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré tu respuesta.



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