lunes, 11 de enero de 2016

Promesa día 11, La promesa del Espíritu Santo.



Joel 2:28.... Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.


El Señor dio una promesa por medio del profeta Joel, unos ochocientos treinta años aproximadamente antes de Cristo. En ella prometió derramar de su Espíritu sobre toda carne, lo cual quiere decir sobre todos  los seres humanos, sin importar la edad. 

Y menciona en el verso 32 "Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.

Esta promesa para los Judíos que se encontraban reunidos en un aposento alto, se cumplió el día de pentecostés y el apóstol Pedro lo ratificó en su discurso al defender a los que hablaban en lenguas extrañas.

Hechos 2:14 "Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.

Te preguntarás cómo puedes recibir la promesa…

La Biblia dice que pidiéndola: "Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 

¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:9-13).


Declaración 
Creo que Jesús murió tomando mi lugar en esa cruz. Creo en sus promesas. Hoy me arrepiento de haber cometido tantos pecados y ruego al Padre que me perdone y suplico envíe su Santo Espíritu a mi ser… Gracias Señor

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