Romanos 10:9......."Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo."
Confesar es declarar. Hoy vamos a hacer cuatro declaraciones de victoria y obtendremos la promesa de la salvación eterna.
1-Por la sangre de Cristo Jesús he sido redimido del poder del enemigo. Efesios 1:7 dice: "en quien tenemos redención por su sangre."
Redención significa rescate, el pago por nuestra libertad. Verdaderamente éramos esclavos del diablo, pues todo el que práctica pecado es esclavo de él.
Apocalipsis 12:9 dice: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”
El verso 11 dice: Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos. El diablo tenía cierto poder sobre nosotros en el pasado. Ahora la sangre de Jesús pagó un precio, nos libertó. Usted puede decir "no tienes poder sobre mi; soy un redimido."
2- "Por la Sangre de Jesús todos mis pecados han sido perdonados". Dice Efesios 1:7 “...tenemos el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”. Una de las más grandes estrategias del diablo es hacernos creer que algunos pecados no han sido perdonados, ni tienen perdón de Dios. Escuche lo que dice el Señor en 1 de Juan 1:9 "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad."
"La sangre de Jesús me limpia permanentemente del pecado. 1 de Juan 1 dice: “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.”
3- "Por la sangre de Jesús he sido justificado y Dios me ve como si jamás hubiese pecado. Romanos 5: 9 Dice: "Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”
4- "Por la Sangre de Cristo soy santificado, apartado para Dios. Hebreos 10:10 dice: “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.” Nuestra santificación es por la ofrenda de Jesús.
Declaración
Señor Jesús, yo declaro que tu sacrificio no fue en vano. Tu sangre preciosa me redimió, me lavó de todas las inmundicias. Todos los días me limpia, me justifica y me santifica. ¡Gracias! No hay forma de cómo pagarte. Te ofrezco mi vida
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