Ezequiel 36:26......."Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Esta promesa dice "Os daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne." Esto se refiere a la promesa de Dios de darnos una nueva naturaleza, una nueva vida donde no reine el deseo de pecar.
Dice Jeremías 13:23 "¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?”
Da a entender la escritura que para el hombre y para el leopardo es imposible cambiar de piel y, de forma parecida, el hombre no puede por sí solo dejar de pecar.
Dice Lucas 18:27, "Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios." Sólo por su poder el hombre puede obtener una nueva vida.
Cuando en la Biblia se refiere a corazón está refiriéndose a nuestra alma. Dios usa la figura de ese órgano nuestro, del cual depende nuestra vida natural, para enseñarnos que es imposible vivir bien con un corazón y unas arterias endurecidas, y de igual forma es imposible vivir eternamente con un alma cargada de pecado.
Un "corazón nuevo" y un "nuevo espíritu" es la promesa de la regeneración espiritual."
El "nuevo espíritu" se refiere al Espíritu Santo del Señor (Ezequiel 37:14; 39:29; Joel 2:28-29). Sólo el Espíritu Santo puede capacitar al hombre para cumplir la palabra de Dios.
Al reflexionar sobre esa obra de Dios en el corazón del hombre, el apóstol Pablo escribió: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).
El Espíritu Santo cambiará el corazón ( el alma) del hombre que está dispuesto al arrepentimiento para agradar a Dios y hacer que la persona sea obediente . El Espíritu Santo permite y crea el deseo en el corazón de la persona a hacer lo que era humanamente imposible.
La única manera de vivir una vida que agrade al Señor es por la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Declaración
Dame un nuevo corazón Señor, un corazón como el tuyo que pueda perdonar al que le ha ofendido; que pueda amar al que le desprecia; que pueda rechazar el pecado cuando sea asediado por éste; un corazón que pueda ser consagrado para ti mi Cristo.
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