martes, 12 de enero de 2016

Promesa día 12 La Paz


Juan 14:27.....La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Dios tiene muchas promesas para nosotros todas ellas son de gran importancia para nuestra vida. Algunas tardan en cumplirse, pues requieren de un  proceso pero, está en particular es instantánea. Usted puede tener paz en este mismo instante si tan solo invita a Jesús a morar en su corazón.

Perseverar en la fe, mantener un buen pensamiento y confianza hacia Dios son nuestro compromiso hacia Él, para que nos guarde en completa  paz. Dice el libro de  Isaías 26:3 "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado, Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.

No tendrá paz el que  confía en sus propias fuerzas, en las riquezas o en la ayuda que le pueda brindar otro ser humano como él.

Otra clave para mantener esta valiosa promesa de La Paz es la mencionada en Filipenses 4:6-7:  "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

Esta promesa de paz puede cobijar a nuestra ciudad y a nuestra nación, cuando en nuestras oraciones diarias nos acordamos de incluir a  Jerusalén el pueblo amado por Dios. Recuerde que toda promesa de Dios para nuestras vidas está ligada a algo que tenemos que cumplir nosotros y lo que Dios nos pide no es difícil de hacer.

El salmo 122:6 dice: "Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros,
Y el descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compañeros diré  yo: La paz sea contigo.”

Levítico 26:3-6  dice: "Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra.

Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país.

Declaración 
Declaro qtue Jesús es mi Señor y mi redentor. Mantendré siempre mi esperanza en Él y no en las riquezas ni en el hombre. En Él me regocijaré. En Él descansará mi alma. Andaré en sus estatutos y no tendré temor alguno. Siempre tendré paz.

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