Timoteo 4:8.......La piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
La promesa de la vida presente es aquella que involucra la paz, la sanidad de nuestro cuerpo, el que nunca falte el alimento en nuestro hogar y, sobre todo, la presencia del Espíritu de Dios en nuestras vidas.
Y la promesa de la vida venidera se refiere a la era futura, a la eternidad, como en 2 Pedro 1:10-11; 2 Timoteo 2:12; Apocalipsis 2:7, 17; 21:6-7, y otros más, donde las escrituras nos enseñan que viviremos eternamente con Cristo y no solamente esto, también reinaremos con Él.
Estas promesas están ligadas al ejercicio de la piedad por parte nuestra. Ejercitando constantemente la piedad seremos cada vez más semejantes a Dios hasta el punto de tomar posesión de las promesas de Dios. Mateo 6:33 dice: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
La piedad es una acción que practicó nuestro Señor Jesucristo cuando vino al mundo. Él se apiadó de los ciegos, devolviéndoles la vista; de los leprosos, sanándoles su piel; libertó a los cautivos por el diablo y así sucesivamente; libró a muchas personas de sus enfermedades.
A diferencia de los dones que Dios regala, la piedad hacia el prójimo, el perdón, y la misericordia se practican, se ejecutan, es una acción que debemos poner en práctica aunque no queramos.
Es la devoción a Dios cumpliendo todos sus mandatos, especialmente los mandatos que Dios transfirió al mundo a través de Cristo. Otro significado de la palabra “Piedad” es el énfasis de la cristiandad hacia la vida práctica. "La doctrina que es conforme a la piedad." (Véase 1 Ti. 3:16).
O sea, que la piedad es la doctrina cristiana puesta en acción, vivida, y practicada. 1 Timoteo 3:16. Dice : "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.”
En otras palabras, la “Piedad” es no sólo estudiar el evangelio de Cristo, sino también vivir o practicar el evangelio del Reino de Dios.
Declaración
Declaro que me ejercitaré para la piedad, me esforzaré, lucharé contra la indiferencia, la indolencia, la intolerancia. Pondré en práctica lo enseñado por mi Señor Jesús, el cual me amó, y me perdonó, siendo yo su enemigo
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