Efesios 3:6........Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio…
La expresión gentil que aparece en la Biblia viene de la palabra hebrea Goy, la cual significa pagano, extraño a Dios, sin pacto, sin promesa, contrario a Dios. 1 a los Corintios 12:2 dice: “Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.”
Dice claramente “erais”, en tiempo pasado. Por lo tanto, todo aquel que reconoce a Jesús como su Mesías y Señor, nace de nuevo y es un hijo de Dios, ya no es más un gentil porque entra a formar parte de la familia de Dios. Ahora Dios es su Padre y así puede disfrutar de los pactos y las promesas dadas por Él a sus hijos.
El Señor Jesús, hablando de la persona rebelde, contraria y extraña a Dios, lo llama gentil. Mateo 18:17 dice así: “Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.”
En Mateo 6:7 dice: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.” El llamado es a no orar como los gentiles porque ahora eres hijo de Dios y estamos en una condición espiritual diferente.
Siempre la expresión gentil, por estar relacionada con el área espiritual, posee una connotación de pagano o idólatra y eso es evidente en la enseñanza de Pablo a los corintios. En 1 a los Corintios 10:20 expresa: “Antes digo que lo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.”
Por lo tanto, ser gentil significa no conocer a Dios. 1 a los Tesalonicenses 4:5 dice: “No en pasión de concupiscencia, como gentiles que no conocen a Dios.”
En Mateo 6:32 se lee: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.”
No diga nunca más “soy gentil”, pues lo que está diciendo no es correcto. Usted tiene muchas promesas de parte de Dios. Si usted aún no tiene un pacto con Dios, en este instante podría convertirse en un heredero de todas sus promesas, arrepintiéndose de todos sus pecados y aceptando a Jesús como su único salvador y Señor.
Declaración
Declaro que soy un hijo de Dios. Hoy me arrepiento de todos mis pecados. Acepto a Jesús como mi único y suficiente salvador. Creo que por medio de Él soy heredero de todas las promesas y los pactos de Dios para sus hijos
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