sábado, 9 de abril de 2016

Día 100 El Principio de amar a Dios



Mateo 22:37....... Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Jesús, el primogénito hijo de Dios, nos reveló este principio,  el más importante de todos: "Amar a Dios" con todo nuestro corazón, alma y mente.”  Amar es una expresión fácil de decir cuando no está comprometido el corazón, ni el razonamiento. La expresión corazón en la Biblia se refiere a nuestra naturaleza pecadora  que no se somete, ni gusta de Dios.

Decir “con todo nuestro corazón" se refiere a la acción dominante, racional, en la cual le ordenamos a nuestra alma amar, obedecer, bendecir y seguir a Dios. Ejemplo lo tenemos en el Rey David; él había pecado, no tenía deseos de bendecir a Dios, pero con inteligencia le ordenaba a su  alma  bendecir a su creador.

El recitaba: "Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca" (Salmos 103).

La Biblia nos enseña que nuestro corazón (alma) es perverso: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?  Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. (Jeremías 17:9)

Cuando ordenes a tu corazón amar a Dios, amarás también su palabra, y sus mandamientos no serán difíciles para ti y podrás escapar del pecado que te asedia. El amor a Dios es el antídoto del pecado. Por Amor a Él, seremos capaces de reconstruir nuestras vidas, y empezar de nuevo.

En términos bíblicos, el amor está estrechamente conectado con "hacer algo" y, específicamente, el amar a Dios con "hacer lo que Dios quiere", esto es, sus mandamientos, su voluntad. Jesús puso esto muy en claro cuando dijo en Juan 14:15 "Si me amáis, guardad mis mandamientos.”

Y Juan 14:21-24 “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” 

Jesús dijo: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.”

Es tiempo ya de tomar una decisión  que  cambie el rumbo de tu vida. ¡Ordena a tu alma amar a Dios!


Declaración 
Hoy tomo la firme decisión de amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma y con toda mi mente. Guardaré su palabra, y sus mandamientos pondré por obra.

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