sábado, 2 de abril de 2016

Día 93 El principio de la obediencia



Romanos 5:19....... Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

La obediencia es uno de los principios utilizados para alcanzar todas las bendiciones y las promesas de Dios hacia nosotros los hombres. De modo que en "la obediencia hay bendición."

Es tan importante la obediencia a Dios que sin ella es imposible alcanzar la promesa del Espíritu Santo. El ser llenos del Espíritu Santo nos  garantiza vivir siempre en la presencia de Dios.

Juan 14:15  dice: "Si me amáis guardad mis mandamientos. El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él."

El Espíritu Santo será impartido únicamente a aquellos que obedezcan al Señor. Está en la Biblia. Hechos 5:32 dice: "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen."

Jesús obedeció a su Padre dándonos un ejemplo de cómo debemos obedecerle. Está en la Biblia. Hebreos 5:8-9 dice: "Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen."

Cuando usted es obediente a Dios, usted será un instrumento mediante el cual Dios traerá salvación a muchos.

Dios nos aconseja obedecer las leyes terrenales. Está en la Biblia. Romanos 13:1-2 dice: "Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos."

Los hijos deben obedecer y honrar a sus padres. Está en la Biblia. Efesios 6:1-3 manda: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra."

Filipenses 2:5-11 dice: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz."


Declaración
Declaro que obedeceré a Dios en todos sus mandamientos. Seré también obediente a mis padres, a mis pastores y a toda autoridad, en todo lo que sea correcto que no ofenda a mi Dios. Hoy me despojo de mí mismo e imitaré a mi Señor Jesús.



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