domingo, 10 de abril de 2016

Día 101 El principio de Amar a nuestro prójimo



Mateo 22:39........Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Jesús nos dio una orden. Él dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” (Juan 13:34)

No solamente debemos amar a nuestros familiares o quienes nos hacen el bien; debemos amar a las personas que nos desprecian o nos hacen el mal.

Simplemente debemos creer y obedecer. Amar al prójimo, además de ser un mandamiento, es un principio. Si tú no lo pones en práctica, todo te será muy difícil; será como construir un edificio sin antes colocar cimientos.

Jesús establece claramente: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;” (Mateo 5:43-44).

“Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber agua; porque ascuas de fuego amontonaras sobre su cabeza y Jehová te lo pagará.” (Prov. 25:21-22).

Jesús también aconsejó: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente, pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” (Mateo 5:38-39).

El apóstol Juan dijo, Inspirado por el Espíritu Santo, "si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

Este mandamiento es también un principio para obtener perdón y vida eterna. Este principio contribuye a que nos llevemos bien con los demás (1 Corintios 13:4-7). Al aplicarlo en nuestra vida estaremos imitando la forma en que Dios trata a las personas. (Lea Mateo 7:12 y 22:39, 40)

Hay varios frutos de nuestra relación con Dios; uno de ellos es el amor. Siendo así, acerquémonos más a Dios, pasemos tiempo en su presencia, orando, adorando. De seguro Él pondrá de su amor en nosotros y así podremos cumplir con el principio de amar al prójimo. Cuando experimentemos amor hacia nuestro prójimo, Dios nos hará miembros de su familia.

Declaración
Me acercaré a Jehová, mi Dios, por medio de su hijo Jesús, creyendo que él hará un milagro en mi corazón, colocando el deseo de perdonar al que me ofendió, y el milagro de poder amar a tal persona. Seré obediente a su mandato

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