lunes, 4 de abril de 2016

Día 95 El principio de la siembra y la cosecha



Gálatas 6:7.......No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

El principio de la siembra y la cosecha obra de igual manera que cualquier principio físico, y aunque usted lo quiera ignorar, siempre se cumplirá.

En el libro de Génesis 1.11 encontramos  "y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra.” 

Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno.”

Dios dio una orden en cuanto a la secuencia, cuando dijo que da semilla según su naturaleza.

Es imposible que usted siembre una semilla de trigo y, en su lugar, germine un árbol de mango. Este es un principio: "lo que usted siembre, eso cosechará."  Siendo esto así, empecemos a sembrar lo bueno y no lo malo.

Job 4:8 dice: "Como yo he visto, los que aran iniquidad  y siembran injuria, la siegan,"  lo cual quiere decir que el hombre que siembra maldad, eso recogerá. ¿Ha escuchado usted de personas que le han hecho mal a otro y cómo ellos mismos experimentan luego el mal sobre ellos?

En cambio, observe al que hace bien al prójimo ...“A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.” (Proverbios 19:17).

2 a los Corintios 9:6 dice: "El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará."

El mejor ejemplo de alguien que sembró para recoger fue el del Padre. Él sembró a su hijo Jesús y la cosecha hemos sido aquellos que hemos creído en Él. Ahora usted es una semilla. Si usted obedece la secuencia, le corresponde el turno, en este momento, de sembrarse en el reino de Dios para que otros lo disfruten mañana. (1 a los Corintios 15)

Declaración
Padre que estás en los cielos, gracias te doy por Jesús, tu hijo, el cual, como una semilla sembraste y para dar vida. Él tuvo que morir. Hoy, siguiendo su ejemplo, siembro mi vida, muriendo al pecado y a mis propios intereses para que otros vivan.

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