Isaías 65:24.......Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
Dios nos promete que siempre nos responderá, pero recuerde, cada promesa involucra algo que usted deberá hacer.
Dios siempre oirá el clamor de su pueblo. Nosotros nunca debemos dudar que en los momentos difíciles el Señor nos oye. “En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos.” (Salmos 18:6).
Daniel, un hombre de Dios, dijo:"aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde." (Daniel 9:21)
Cada mañana será de gran bendición al saber que Dios oye nuestra oración. El tener un Dios que está atento a nuestro clamor trae una seguridad y paz a nuestras almas. ¡No hay razón de dudar que Él nos oye!
Aún las Escrituras nos aseguran que antes que imploremos su ayuda, ¡el ya nos oyó! ¡Que bendición es saber que Dios conoce nuestras peticiones, aun antes que nosotros se la pidamos. Su oído para oír es tan agudo y fino que Él tiene la capacidad de oír nuestra necesidad, aun antes que clamemos a Él.
Él promete responder aún antes que le clamemosl. Su oído siempre estará atento a nuestra oración, como nos dice Isaías 59:1: “he aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír.” ¡No hay ningún obstáculo para que Dios atienda nuestra oración!
Nosotros podemos estar confiados que Dios nos oye en este día. Podemos tener la confianza y seguridad que nuestras oraciones siempre llegarán delante de su trono. No debemos nunca dudar que Él nos oye, ni pensar dos veces o titubear en clamar a Él.
El rey David oró de la siguiente forma "No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.” (Salmos 102:2)
No se olvide de orar haciendo declaraciones de fe. "He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír." (Isaías 59:1)
Como toda promesa, usted encontrará condiciones. "Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad.” (Isaías 58:9)
Declaración
Declaro que quitaré de en medio de mí toda injusticia que es maldad. Ordenaré a mis labios que callen para no hablar mal de mi prójimo. Perdonaré al que me ofenda, de forma que todo yugo se rompa, y me cuidaré de no hablar cosas vanas
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