viernes, 25 de marzo de 2016

Promesa día 85 Él nos dará a una corona de vida

Apocalipsis 2:10-11...........No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

El ser cristiano no garantiza el que nunca seremos probados, ni nunca pasaremos por momentos difíciles. La Biblia dice que El Señor jamás nos prometió un mundo sin problemas. Jesús dijo: "en el mundo tendréis aflicción..." (Juan 16.33) pero también él nos dijo: "¡confiad, yo he vencido al mundo!"

Así que, no te sorprendas de tener que afrontar problemas que ponen a prueba tu confianza en Dios. Eso no es nada extraño. Al contrario, alégrate de poder sufrir como Cristo sufrió, para que también te alegres cuando Cristo regrese y muestre su gloria y su poder."(1 Pedro 4:12,13 Biblia en Lenguaje Sencillo).

Ser fiel hasta la muerte. Este término se aplica a aquellos creyentes que viven en regiones donde aún  les persiguen por confesar a Cristo como Salvador y redentor y no lo niegan (recientemente fueron decapitados en Siria varios creyentes y muchos más han sido incinerados en Pakistán y en Corea del Norte, donde han llevado a cabo  ejecuciones masivas).

Peo también aplica, "ser fiel hasta la muerte," para aquellos que son tentados por el mundo de pecado que les rodea en  estos tiempos finales: el sexo libre, las drogas, el afán de las riquezas ilícitas, la rebelión contra toda forma de gobierno etc. Y ante tales circunstancias guardan su testimonio por amor a Cristo que les salvó.

La promesa de la corona de la vida es la salvación del alma, la vida eterna que Dios prometió. Santiago 1:12 dice: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”

Cuando una persona muere en pecado, nunca verá a Dios. Su alma irá al infierno, que es un lugar real. Esta es la segunda muerte, eternamente separado del creador.

Por el contrario, vida eterna es eternamente con el Padre, el hijo y el Espíritu Santo en los Cielos. El apóstol Pablo decía: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."  (Romanos 8:35)

Declaración 
 Declaro, en el nombre de Jesús, que me guardaré del mundo y sus deseos. Ruego al Señor  me guarde de  las inevitables pruebas, dolores, angustias y tribulaciones y me fortalezcas cuando tenga que pasar por una de ellas

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