Josue 23:10 .......Un varón de vosotros perseguirá a mil; porque Jehová vuestro Dios es quien pelea por vosotros, como él os dijo.
El,libro de Deuteronomio 20:4 también nos enseña: "Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros."
Esta promesa aplica, tanto para el que se levante contra uno de nosotros físicamente, como también para el mundo espiritual.
Dios utilizó su relación física con Israel para enseñarnos principios espirituales a nosotros la Iglesia. Él les exhortó a ellos y es lo mismo que hace con nosotros en estos días.
La escritura dice: "nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12).
Haremos huir a mil (nuestros enemigos espirituales ). Esa es la promesa, pero se requiere lo siguiente:
"Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios. Porque si os apartareis, y os uniereis a lo que resta de estas naciones que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, mezclándoos con ellas, y ellas con vosotros,
sabed que Jehová vuestro Dios no arrojará más a estas naciones delante de vosotros, sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado." (Josué 23:11-13)
Si nosotros los creyentes en Cristo hacemos alianzas de cualquier tipo con personas que desprecien a Dios, que no le amen, perderemos autoridad espiritual, y seremos atormentados cada día de nuestra vida. La escritura nos enseña a no tener yugo desigual.
En 2 Corintios 6:14-15 el Señor nos da una orden y luego hace una serie de preguntas: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿ Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?"
Declaración
Señor Jesús, quiero que tu presencia siempre me acompañe; quiero que seas tú quien me defienda. No temeré al enemigo físico o espiritual que intente hacerme daño. Me guardaré para ti Jehova mi Dios. Siempre te amararé, nunca me apartaré de ti y nunca haré yugo desigual
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