sábado, 7 de mayo de 2016

Día 128 La doctrina del nuevo nacimiento



Juan 3:5.......Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu. 

Esta doctrina establece y nos enseña que el hombre debe nacer nuevamente para poder participar del reino de Dios. 

Nacer del agua significa nacer de la palabra de Dios. Cuando tú la escuchas y meditas en ella, tu vida experimenta un cambio, tu cuerpo recibe sanidad y tu alma recibe paz. Necesitas congregarte, asistir a un lugar donde te hablen del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Necesitas leer la Biblia y meditar en ella.

1 de Pedro 1: 23 “pues habéis renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”

Nacer del Espíritu es tener la presencia del Espíritu Santo en tu vida, es aceptarlo, recibirlo, hacerlo parte de tu andar. Él te guiará, te enseñará, te reargüirá de pecado, te garantizará que un día verás al Padre.
 
Tito 3: 5 dice que: “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,  el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador,  para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.”
 
Algunas doctrinas van más allá de nuestra habilidad  de comprensión o explicación pero eso no significa que son  irreales. De la misma manera, el nuevo nacimiento es un milagro que produce vida eterna.
 
La Biblia enseña que necesitamos ser regenerados, guiados (Juan 16:3), ayudados en nuestras debilidades (Romanos 8:26), y ser como Cristo. Esto sólo se logra por la acción del Espíritu Santo al nacer de nuevo.

El nuevo nacimiento es un acto de Dios por el cual la vida eterna es impartida a la persona que cree (2 Corintios 5:17; Tito 3:5; 1 Pedro 1:3; 1 Juan 2:29; 3:9; 4:7; 2:1-4, 18). En Juan 1:12,13 se indica que “el nacer de nuevo” también  ocasiona  “volverse hijo de Dios” al confiar en el nombre de Jesucristo.

¿Por qué debo nacer de nuevo?  Efesios 2:1 dice: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” 

De manera que, una persona necesita nacer de nuevo a fin de que sus pecados sean perdonados y para poder tener una relación con Dios.
 
 
 Declaración 
Creo que Jesús,  el hijo de Dios, murió tomando mi lugar en la cruz. Creo que su sangre lavó mis pecados. Creo que su palabra, al ser meditada a diario, me limpia de pecado y sana mi cuerpo. Creo que soy templo del Espíritu Santo, el cual Mora en mí, por tanto he nacido de nuevo

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