Apocalipsis 20:11.......Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Esta doctrina nos enseña lo siguiente: al final de los tiempos, cuando termine el milenio, cuando el diablo sea arrojado por siempre al lago de fuego se sentará nuestro Señor Jesús y juzgará aquellas personas que no clasificaron en la primera resurrección, y que no se arrepintieron durante el periodo de la gran tribulación.
Juan 5:26 dice: "Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.” "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación."
Esta es una de las verdades más estremecedoras para aquel que hoy no quiera arrepentirse de sus pecados: ¡Hay una resurrección para obtener vida eterna y una resurrección para eterna condenación!
Si la muerte física fuera el final de la existencia para el hombre pecador y para el justo, no tendría sentido el comportamiento en vida del ser humano, pues el destino final sería el mismo para ambos: ¡la muerte! Pero no es así, pues ambos resucitarán. Los justos estarán con Dios y los injustos o pescadores estarán atormentados por la eternidad, lejos de Dios.
El conocer esta doctrina nos ayuda hoy a tener una vida lejos del pecado y cerca de Dios........"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” 2 Corintios 5:10
Nuestro Señor Jesús nos dice: "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.” Mateo 12:36-37
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre… Lucas 21:34-36
Declaración
Declaro que Jesús es el Señor. Lo creo en mi corazón. Con todo mi ser anhelo su presencia, su Santo espíritu. Anhelo su venida. Velaré en todo tiempo y estaré delante de Él eternamente
Adorándole
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