1 Pedro 1:3......Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.
Renacer nos habla de estar muertos y volver a la vida; nos habla de un nuevo comienzo, de una nueva vida, de ser nuevas criaturas, de nacer nuevamente.
Cuantas veces deseamos no haber hecho o dicho algo. Nos hubiera gustado que ese día no existiera, que un poder sobrenatural cambiara situaciones, que lo que vivimos sea un sueño y al despertar encontrar otra situación.
Pues mis hermanos, esto es posible por medio del conocimiento de Cristo. Leyendo o escuchando la palabra de Dios, ésta opera un cambio en nosotros cuando creemos. El Señor tomará nuestra naturaleza pecadora y la clavará en la cruz, y tomará su naturaleza Santa y la pondrá en nosotros.
Tomará todas nuestras enfermedades, las pondrá sobre sus llagas y seremos sanos.
Tomará toda maldición que ha sido puesta por herencia a causa de la maldad de nuestros antepasados, y por nuestros propios pecados, y las arrancará de nuestro ser y las enviará a lo profundo de la mar.
Esto es el mayor milagro que puede ocurrir: "renacer", lo cual indica que antes estabas muerto.
1 de Pedro 1:23 dice "siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre."
Es posible tener una vida nueva, lejos de las drogas, de las enfermedades, de las contiendas. Es posible ser restaurados en cualquier área de nuestra vida.
Jesús, nuestro Señor, advirtió a Nicodemo lo importante que era "nacer de nuevo" Respondió Jesús, y díjo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo argumentó: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez.” (Juan 3:1-7)
La palabra de Dios es el Espíritu Santo actuando en nosotros cuando creemos.
Declaración
Señor, yo necesito una vida nueva. Hasta el día de hoy, no he podido cambiar. Tú dices que hay una esperanza. Creo que Jesús tomó mi lugar en la cruz. Me arrepiento de mis pecados. Abro mi corazón a la acción de tu palabra
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